Comunicadores boicoteando el censo

SANTO DOMINGO. He escuchado a destacados comunicadores expresar, en grandes medios de comunicación, que la clase media alta no debe abrir las puertas de su casa a los empadronadores del censo, debido a que el país, y especialmente en el gran Santo Domingo, existe una ola de delincuencia muy fuerte.

Afirman que si las personas dejan entrar a desconocidos a sus hogares podrían poner en peligro su seguridad.

Esos comunicadores sí se han montado en una ola que no es nada menos que otro tipo de delincuencia: la de boicotear el censo. Lo hacen para que las autoridades no cuenten con los datos actualizados para el desarrollo de las políticas públicas que permitan que los dominicanos alcancen mejores niveles en calidad de vida.

La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) hizo una depuración exhaustiva del personal que seleccionó para el levantamiento de los datos del Décimo Censo Nacional de Población y Vivienda, lo que significa un motivo para confiar en los empadronadores.

Pero, además, cada persona con acceso a un celular puede verificar, mediante el escaneo de un código QR, la autenticidad de los empadronadores antes de dejarlos entrar a su casa.

“Nosotros apoyamos el censo, porque es un trabajo importante para el país a los fines de que se puedan realizar planes de desarrollo, pero por la gran delincuencia que hay en el país no sería bueno que la gente que vive en torres abra la puerta de su apartamento a los empadronadores, sino que habiliten un área común para que le reciban”, es la expresión de un comunicador.

Entiendo que ese “yo apoyo el censo” está de más y realmente lo que quiere ese comunicador, así como otros que se expresan de igual forma, es que esa meddición fracase y así realmente no ayudan a nadie y por el contrario le ofrecen un flaco servicio a la sociedad.

Si usted tiene miedo, lo entiendo. Algo correcto sería verificar la autenticidad de los empadronadores que le visiten, si no logra comprobar que realmente esas personas llegaron a su casa de parte de la ONE, entonces no le abra la puerta, pero si constata que son de la Oficina Nacional de Estadísticas, entonces puede recibirle sin ningún temor.